La seguridad es una de las temáticas que, junto a la productividad, más nos interesan en Bitelia. En los últimos meses, tras conocer los casos de espionaje en Internet, son muchos los usuarios que han puesto el foco en mejorar la privacidad y seguridad de sus datos tras leer sobre PRISM y el resto de filtraciones realizadas por Edward Snowden. Con la idea de aportar algunas herramientas que nos puedan ayudar a mejorar la seguridad de la información que almacenamos o intercambiamos, en estos meses hemos tratado aspectos como las alternativas seguras a Drobpox y otros servicios que usamos a diario o, por ejemplo, cómo cifrar los archivos que subimos a este servicio de almacenamiento en la nube.
Hace unos días decidimos mirar el almacenamiento en la nube de una manera distinta y, en vez de apostar por los servicios tradicionales (Box, Dropbox, SkyDrive, etc.), decidimos apostar por una solución que, últimamente, está calando entre muchos usuarios: la nube privada.
Encontrar un servicio de hosting cada vez es más barato y hay empresas que nos ofrecen alojamiento virtual a precio muy competitivo; tanto es así que podemos llegar a plantearnos la posibilidad de desplegar nuestro propio sistema de almacenamiento privado en la nube. El otro día hablamos de dos servicios muy interesantes, OwnCloud y FreeNAS (el primero orientado a desplegarse en un ISP y el segundo más orientado a un entorno SoHo); sin embargo, no son las dos únicas opciones disponibles en software libre.
Con la idea de darle continuidad a este tema, vamos a retomar la idea de montar nuestra propia nube privada y vamos a conocer algunas soluciones más que nos pueden ayudar en esta tarea:
Openfiler
Openfiler es una opción que proponía el otro día entre los comentarios del primero de los posts de esta saga. Una distribución GNU/Linux (basada en rPath) diseñada para ofrecernos la posibilidad de desplegar un sistema de almacenamiento en un servidor.
Descrito de esta forma, uno podría pensar que Openfiler no nos va a aportar nada nuevo; sin embargo, este appliance nos permitirá desplegar un NAS de hasta 60 TB de espacio de almacenamiento (gracias a sus posibilidades de escalabilidad del sistema).
Particularmente, uno de los aspectos que más valoro de Openfiler es su capacidad para gestionar el almacenamiento y los usuarios. Nos ofrece un interfaz web de gestión, una completa gestión de los usuarios y los grupos (lo cual nos lleva a definir los permisos o cuotas de disco por usuario), gestionar los volúmenes de almacenamiento no es complejo, soporta RAID, WebDAV, SMB y FTP y, también, podremos integrar un directorio LDAP o un Active Directory para desplegar esta solución en un entorno empresarial.
Si dispones de un servidor en la nube y cuentas con espacio de almacenamiento, quizás Openfiler sea la capa de gestión que necesitas para poder desplegar tu NAS y gestionarlo adecuadamente.
Seafile
Otra solución a tener en cuenta si queremos desplegar nuestro propia nube privada es Seafile. Esta aplicación se basa en un modelo cliente-servidor en el que, al igual que en Dropbox, instalaremos los clientes en nuestros dispositivos (soporta OS X, Windows, Linux, Android e iOS) y el servidor en la infraestructura que Seafile proporciona (sobre Amazon Web Services) o en nuestro propio servidor (si contamos con un hosting).
La verdad es que vale la pena echar un ojo al servicio, en mi opinión, solamente por el hecho que se incluya la opción de desplegar el servicio sobre una Raspberry Pi (un detalle muy interesante porque no es la primera solución que toma como base este pequeño computador low-cost). Evidentemente, además de Raspberry Pi, podremos desplegar el servidor sobre una máquina Linux y sobre un servidor con Windows.
En cuanto a la gestión, Seafile nos permite compartir ficheros y sincronizarlos con nuestros equipos, trabajar en grupo con otros usuarios y complementar el almacén de archivos con una base de conocimiento basada en Wiki. Dentro de las pegas, creo que es importante saber que la base de datos que se usa no está cifrada y, obviamente, es un detalle a tener en cuenta si buscamos cierta privacidad.
SparkleShare
SparkleShare es un interesante proyecto con el que también podremos construirnos nuestra propia nube privada. En cierta medida, el servicio guarda muchas similitudes con Dropbox aunque, eso sí, el servidor que usaremos como respaldo podrá ser un servidor que tengamos alojado en un ISP (sobre el que despleguemos el paquete del servidor del servicio).
Apoyándose en Git y en conexiones SSH, SparkleShare nos permite emular a Dropbox creando, en nuestros equipos, una serie de carpetas especiales que se sincronizarán contra los servidores que le indiquemos. Podremos trabajar con versiones de archivos, sincronizar los cambios, almacenar las carpetas cifradas y desarrollar un sistema muy versátil para trabajar en grupo con la particularidad de no depender del servicio de un tercero (más allá del servicio de hosting).
El cliente está disponible para equipos con OS X, Windows y Linux y, en el caso del servidor, tendremos que trabajar con servidores con distribuciones Debian o derivadas de Red Hat.