El fabricante de chips Intel premia este dispositivo, una prótesis robótica asequible y un guante repleto de sensores en su primer concurso de ideas «weareables». Entre los diez finalistas estaba un proyecto español que propone una camiseta con una cámara integrada pensada para retransmitir eventos deportivos desde dentro
Una Gopro voladora que se puede llevar en la muñeca. Así se podría definir Nixie, el proyecto que este lunes se proclamó ganador del concurso «Make it weareable» convocado por Intel. Este dispositivo es una pulsera flexible, que una vez activada, se convierte en un pequeño drone con una microcámara integrada con la que tomar fotos y vídeos a distancia. Los creadores del proyecto, un grupo de ingenieros alemanes y estadounidenses, han bautizado este «gadget» como la «primera cámara weareable que puede volar».
Jelena Jovanic, una de las personas detrás de este desarrollo, explicó que Nixie busca liberar a las personas de las limitaciones a la hora de hacerse fotos y «capturar» el momento. En plena efervescencia del «selfie», explica que a la hora de tomar la imagen, independientemente de que se haga con un 'smartphone' o con una cámara estilo GoPro, el usuario tiene que hacer una serie de pasos (estirar el brazo, encuadrar,...) que «te saca del momento».
Para ello han dado forma un prototipo -fue creado tan solo diez días antes de que se cerrase el plazo de candidaturas- que puede funcionar de dos maneras: en «modo bumerang», en el que el dron se aleja, captura la imagen y regresa; o en «modo sígueme», en el que se mantiene a cierta distancia grabando vídeo. El sistema se conectaría con el teléfono, que sería la referencia para saber donde está en cada momento. Este producto, al igual que otras cámaras de acción como GoPro, está pensado para amantes del deporte al aire libre como escaladores, aunque sus responsables, que se han embolsado medio millón de dólares por el premio, hablan también de extenderlo al público general.
El segundo cajón del podio, premiado con 200.000 dólares, ha sido ocupado por «Bionics», una idea de investigadores británicos que quieren crear manos robóticas con impresoras 3D a un premio mucho más reducido que el de las prótesis comunes. El tercer galardonado fue «ProGlobe», unos guantes repletos de sensores capaces de medir la temperatura de los objetos, la productividad de quien los usa o variables como la frecuencia cardíaca. Mediante una pantalla incorporada en su parte superior transmitiría estos y otros datos al usuario. Sus creadores se han orientado a entornos laborales como cadenas de producción y líneas de montaje, algo que ha sido reconocido por el jurado, que cree que su adopción en el mercado puede ser muy rápida.
Entre las diez invenciones que optaban a los premios estaba FirstV1sion, una camiseta conectada de firma española que cuenta con una cámara que transmite al espectador imágenes desde dentro del terreno de juego, aportando un punto de visión como el que disfrutan los aficionados de la Fórmula 1 o el motociclismo. El proyecto, que forma parte de la incubadora Wayra de Telefónica, ha comenzado este año sus pruebas estrenándose con los jugadores del Córdoba.