La firma canadiense RIM atraviesa un momento muy duro. Su presencia en el mercado de los smartphones ha caído de manera alarmante (según los datos de IDC en un solo año su cuota se ha reducido prácticamente a la mitad) y su incursión en el segmento de los tablets con su BlackBerry PlayBook ha terminado siendo un sonoro fracaso,
que además ha gravado las cuentas de la compañía. Así las cosas, era
cuestión de tiempo que la empresa se decidiera a acometer una nueva
reestructuración a fondo de su plantilla (ya recortó 2.000 empleos el
año pasado). Todo indica que el mes que viene se llevará a cabo un
recorte de al menos 2.000 puestos de trabajo en la empresa, o lo que es
lo mismo, cerca de un 12% de su plantilla global.
Según publican los medios canadienses, la empresa de las BlackBerry tiene previsto hacer efectivo el despido masivo de empleados el uno de junio. Actualmente, cuenta con una plantilla de 16.500 empleados. Los recortes afectarían a todas las divisiones de RIM,
tanto de ventas como marketing o finanzas. Incluso algunas fuentes
cercanas a la compañía consultadas por Reuters habrían cifrado los
despidos en cerca de 6.000, una cifra que podría
suponer una verdadera criba en el seno del fabricante de las BlackBerry.
La medida serviría para rebajar los costes de la compañía e intentar
recuperar una mayor rentabilidad. En los últimos resultados económicos
hechos públicos por RIM correspondientes al primer trimestre de 2012, la
empresa anunció 94 millones de euros de pérdidas.
Una cifra muy alejada que la que se anunció en el mismo periodo del año anterior, 710 millones de euros de ganancia. La culpa de estos números negativos ha sido el desplome en las ventas de sus terminales BlackBerry. La empresa vendió un 21% de terminales menos en los tres primeros meses de 2012, hasta un total de 11 millones de BlackBerry y tan solo medio millón de tablets PlayBook. El año pasado ya tuvo que gastarse cientos de millones extras en gastos de almacenamiento de las unidades de PlayBook que no había logrado colocar en el mercado.
Las razones de que la empresa haya perdido su posicionamiento en el
mercado (no hay que olvidar que hace pocos años tenía una posición muy
buena y competía directamente con rivales como el iPhone o los primeros
terminales Android) son varias. En primer lugar, RIM no ha sabido adaptarse a la realidad de un mercado muy cambiante. Sus cambios en los terminales han llegado muy tarde (y encima el lanzamiento de sus novedades se ha ido retrasando en varias ocasiones). Las esperanzas de la firma están ahora en el nuevo sistema operativo BlackBerry OS 10, que podría ser determinante para el futuro de la empresa.
Además, los problemas internos han sido constantes, hasta el punto
que los propios accionistas decidieron demandar a la empresa porque
consideraban que se les había ocultado información importante. Los
cambios de CEO de los últimos años tampoco han traído estabilidad a la empresa.
La situación ha llegado a tal punto que los rumores de una posible compra se suceden de manera casi habitual en
los últimos meses. Los responsables de la empresa han puesto sus
esperanzas en su capacidad de reconquistar el mercado empresarial, en el
que han visto mermada su participación debido al crecimiento de los
terminales Android y sobre todo del iPhone. Los siguientes meses serán claves para medir la capacidad de supervivencia de esta mítica compañía.