Ya lo avisábamos hace unos días. El mercado de los discos duros ha comenzado un tortuoso camino que tendrá efectos hasta bien entrado el 2012. Las fatales inundaciones de Tailandia, país en el que se fabrica una cuarta parte de los discos duros del mundo, provocarán que la producción se reduzca drásticamente y esto podría afectar incluso al mercado de ordenadores (por si no tenía suficiente con la mala situación en la que se encuentra actualmente). En una sola semana, el precio de los discos duros ha aumentado en un 50%.
Una cifra preocupante, pero que puede quedarse corta frente a lo que suceda en las próximas semanas. De momento, el primero en poner un número al daño que provocará esta merma en el suministro de discos duros ha sido Western Digital. El principal fabricante junto a Seagate ya ha anunciado que espera una bajada de los ingresos del 60% en el cuarto trimestre. La compañía estadounidense recibe cerca de tres quintas partes de sus discos duros en fábricas de Tailandia.
Así, de las casi 60 millones de unidades previstas para lanzar al mercado en el cuarto trimestre tan solo podrá asumir entre 22 y 26 millones, una reducción drástica para la compañía y para el mercado, ya que Western Digital vende actualmente casi la mitad de todos los discos duros del mundo. Pero no solo Western Digital sufrirá las consecuencias de las inundaciones. Su gran rival, Seagate, que recientemente recibió el visto bueno de las autoridades para comprar la división de discos duros de Samsung, también registrará pérdidas considerables.
Aunque los responsables de la empresa todavía no han querido aventurar la magnitud del golpe, sí que han avisado de que sufrirán un “agudo” descenso en la capacidad de producción. Sea como fuere, esta situación podría favorecer de manera indirecta a un mercado paralelo que está destinado a reemplazar en un futuro a los discos duros. Se trata de las tarjetas SSD, un sistema de almacenamiento más fiable y duradero pero que multiplica varias veces el precio de los discos tradicionales. Los problemas en la producción y el aumento del precio de los discos duros podrían provocar que estos dispositivos se popularicen más rápido de lo que se esperaba.
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