Será a finales de abril, prácticamente al mismo tiempo que el lanzamiento del Samsung Galaxy S4, cuando el fabricante surcoreana haga públicos sus resultados comerciales del primer trimestre. En el terreno de su división de terminales móviles, el periodo ha venido marcado por la resaca de la campaña navideña, la presentación de novedades en las primeras ferias del año —CES 2013 y MWC 2013— y los últimos compases del Samsung Galaxy S3 como primer espada del catálogo. En términos generales, pautando estas circunstancias, junto con otras, un grupo de 42 analistas del sector habría pronosticado unas ventas de entre 68 y 70 millones de terminales inteligentes durante los primeros tres meses del año.
La cifra, que ya de por sí resulta sorprendente, cobra todavía más énfasis cuando se compara con los resultados del último balance trimestral, relativo al que comprendieron los meses de octubre, noviembre y diciembre de 2012. En ese lapso, Samsung representó un negocio en su segmento de móviles inteligentes que tocó techo en los 63 millones de unidades. Así, la predicción que estiman las consultoras que han participado en el análisis anticiparían unos beneficios en las arcas de Samsung de nada menos que 7.700 millones de dólares (unos 6.025 millones de euros, al cambio actual).
De este modo, como decimos, la multinacional con sede en Seúl volvería a mostrar un notable crecimiento respecto al periodo anterior, síntoma inequívoco de su buena trayectoria en el mercado de la telefonía móvil, en el que actualmente es líder de ventas en terminales de corte clásico y en aquellos de la llamadageneración inteligente (smartphones). Aunque desde hace un par de años la compañía venía mostrando una clara tendencia alcista, no ha sido hasta 2012 cuando el repunte ha sido claro y definitivo. La estrategia con la familia Galaxy y en concreto la Galaxy S con principales motores del progreso comercial de la firma.
Fue durante 2012 cuando conocimos el primer gama alta capaz de poner en jaque al iPhone de Apple. Hablamos del Samsung Galaxy S3, un dispositivo que no sólo rebasó la barrera de los 50 millones de terminales vendidos en menos de un año de trayectoria, sino que además impulsó la popularidad de toda la familia, arrastrando a otros equipos que lindan en marca y diseño con el gama alta de la casa. Además, el año pasado se registró también un notable éxito de un concepto, el de móvil con pantalla de gran formato —algo que se viene llamando tabletófono o phablet—, que este año marca tendencia en el mercado. Hablamos del Samsung Galaxy Note, que estuvo disponible durante todo el primer semestre, entregando el testigo a su revisión, el Samsung Galaxy Note 2, en el mes de septiembre de 2012.
Así pues, gracias a estos dos equipos, además de los gama media y baja con prestaciones equilibradas y precios acordes a diversos públicos —los Samsung Galaxy Ace, Samsung Galaxy Mini o Samsung Galaxy R, así como sus variaciones—, la compañía habría podido abordar un excelente comienzo del año que sería todo un acicate para la competencia que, en última instancia, revierta en los usuarios.