La celebración de grandes acontecimientos, del cualquier clase, acaba
siendo aprovechada por los amantes de lo ajeno. Una cita mundial como
los Juegos Olímpicos de Londres 2012 no podía ser
menos, y los ciberdelincuentes van a aprovechar el enorme interés que
despierta entre millones de habitantes de todo el planeta en beneficio
propio. Los expertos en seguridad advierten que el gancho de las Olimpiadas va a ser explotado hasta la saciedad
para perpetrar todo tipo de timos y estafas. Además, las noticias sobre
el evento, reales o inventadas, van a servir de pantalla para camuflar
ataques de lo más variado.
Los ciberdelincuentes persiguen conseguir datos personales y cualquier clase de información sobre los ciudadanos que puedan explotar económicamente,
ya sea directamente o vendiéndolos en el mercado negro. Datos
individuales como nombres completos, direcciones postales, buzones de
correo electrónico números de documentos de identidad o de la seguridad
social son de gran interés para comisión de diversos delitos,
incluyendo el robo de identidad y la suplantación de personalidad.
Igual de atractivos resultan los números de tarjetas de crédito y las
claves de acceso a servicios de pago en línea.
Eso no es todo. Los ciberdelincuentes pueden aprovechar cualquier migaja de información, como los nombres de usuario y las contraseñas a las redes de la oficina o a cualquier servicio web, incluyendo el correo web y, sobre todo, las redes sociales. Contar con el usuario y la contraseña a una cuenta de una red social
es toda una mina. Lo cierto es que para convertirse en víctima no hace
falta desplazarse hasta la capital de Reino Unido. Basta con usar un ordenador, una tableta o un smartphone que esté conectado a Internet.
A efectos ilustrativos, expertos de seguridad de G Data señalan varios casos de estafas típicas con motivo de los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Van a ser muy comunes los sitios web infectados con malware,
a los que los internautas llegan haciendo clic en mensajes con enlaces
acortados como los que circulan en las redes sociales. Bajo la promesa
de ver un vídeo con la entrega de medallas, una gesta deportiva o un
escándalo por dopaje, harán caer a los incautos.
Otro riesgo es el phishing en falsas tiendas en Internet,
donde los usuarios acudirán atraídos por mensajes por correo
electrónico, en foros o en redes sociales. Allí, pretendiendo vender
entradas u objetos relacionados con las olimpiadas, al realizar la
compra, no sólo no enviarán la mercancía, sino que además se quedarán
con todos los datos personales y de la tarjeta de crédito. Otra de las
amenazas es el spam con premios en sorteos, ofertas imbatibles de alojamiento o de entradas. Los buzones de e-mail van a verse inundados con mensajes infectados con malware.
Durante las próximas Olimpiadas conviene extremar las precauciones. Los expertos aconsejan ignorar las ofertas de Internet demasiado buenas para ser ciertas y borrar sin leer los mensajes de spam, aparte de no abrir nunca un archivo adjunto, ni hacer clic en los enlaces.