Photoshop es el rey de los programas de edición gráfica.
Es prácticamente un estándar, pero tiene dos problemas que se hacen
casi insalvables para muchos usuarios: es complicado y muy caro. Una licencia de Photoshop cuesta 270 euros en su versión más básica. Si queremos alguno de los complementos más habituales, el precio se dispara.
Por eso hemos buscado cinco programas gratuitos que nos pueden ayudar a retocar nuestras fotos. No son Photoshop, algunos ni se le acercan, pero para algunas tareas concretas pueden resolver nuestros problemas eficazmente.
1. Gimp, el más completo
Es el más famoso de todos, y el que más se puede acercar en prestaciones a Photoshop. Es libre y gratuito, formando parte del proyecto GNU. Soluciona la pega fundamental de Photoshop: el precio.
En cuanto a la complejidad se queda más o menos parejo. No lo vamos a
saber manejar desde el primer día. Hace falta paciencia y algunos
tutoriales para manejarlo con fluidez.
No obstante, con él se pueden hacer la mayor parte de la cosas que conseguimos con Photoshop.
Incluye las opciones de recorte por varita mágica o tijeras
inteligentes. Además, también cuenta con las funciones de retoque más
habituales como el clonado, modificación de escala o efectos y
tratamientos de imagen.
En definitiva, Gimp es el programa de edición de imágenes gratuito más completo que podemos encontrar. Está disponible para todos los sistemas operativos como Linux, Windows o Mac OS.
No soluciona el problema de la complejidad, pero esto es una misión
casi imposible cuando hablamos de un programa de retoque fotográfico.
Además, cuenta con una actualización GimpShop, que imita la interfaz del programa de Adobe, por si ya nos habíamos acostumbrado a ella.
2. Contenta Converter, convirtiendo imágenes de manera muy sencilla
En ocasiones nos vemos obligados a utilizar programas
complejos como Photoshop cuando en realidad lo que queremos hacer es una
tarea muy sencilla. Uno de los casos más habituales es el de convertir tamaños y formatos de imagen.
Si queremos que una imagen tenga un tamaño determinado, baje su tamaño
porque ocupa mucho o está en un formato extraño y queremos cambiarlo
ésta puede ser una buena opción.
Contenta Converter
es un programa gratuito y de uso muy sencillo. En la interfaz elegimos
las fotos o imágenes que queremos convertir, les damos un tamaño y
formato que elijamos y pulsamos un botón. Es muy útil si queremos subir fotos a Internet, lo que suele requerir unas medidas determinadas y un tamaño muy ligero.
3. PhotoFiltre, ni sencillo ni complicado
PhotoFiltre es un camino intermedio entre los programas como Photoshop o Gimp y los más sencillos que sólo permiten hacer algún cambio en las fotos. Su funcionamiento es bastante sencillo. En la interfaz, sólo hay que seleccionar una zona, y aplicar el efecto que deseemos.
Se pueden hacer tareas bastante interesantes como la aplicación de filtros y la edición por capas. No llega al nivel de profesionalidad de Gimp ni mucho menos de Photoshop,
pero es mucho más adecuado para el que aficionado que está empezando.
Es compatible con la mayor parte de los formatos de imagen, y por
supuesto es gratis, aunque algunas de sus actualizaciones para tareas
específicas puede tener algún coste.
4. Pixlr, hazlo online
Cuando pensamos en un programa de retoque fotográfico solemos
imaginarnos una aplicación pesada que tarde un buen rato en descargarse e
instalarse y que ocupa un buen trozo de nuestro disco duro. Por eso resulta llamativo Pixlr, ya que funciona 100% online. Sólo hay que entrar en la página y elegir una foto antes de ponernos a editar. Nada que descargar o editar.
Además, es un programa bastante completo para lo que podemos esperar de una aplicación web.
Incluya filtros, ajuste de luz o edición por capas. El funcionamiento
no es todo lo sencillo que se puede esperar, y tiene varios detalles que
recuerdan al Photoshop original como las barras y ventanas o incluso la famosa varita mágica o el desenfoque gaussiano. Por supuesto, tampoco hay que pagar nada por utilizarlo.
5. Pix, también con el móvil
Hoy en día la mayor parte de las fotos que tomamos no van desde la
cámara al ordenador, sino desde el móvil a las redes sociales. La
aplicación más conocida del mundo de la fotografía móvil es Instagram,
que permite aplicar filtros a las fotos y subirlas a su propia red
social. Pero Instagram no es una app de retoque fotográfico en sentido
estricto, ya que las posibilidades de retoque se limitan a la aplicación
de filtros. Su éxito viene más por la parte social que por su calidad
com programa.
Si lo que estamos buscando es un Photoshop para el móvil (y además gratis) una de la mejores opciones es Pix. Está disponible para iPhone y Android y no cuesta ni un euro. Su
funcionamiento también se basa en filtros, pero permite algunas cosas
más como crear marcos, o jugar con la luz de la foto. No se acerca ni de
lejos a las cosas que se pueden hacer con Photoshop, pero es que no está pensado para utilizarlo en un ordenador, sino en un pequeño teléfono táctil. En este vídeo vemos algunas de las cosas que se pueden hacer con esta app.